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La necesidad agudiza el ingenio

Y no es que yo haya inventado nada especial. Debo reconocer que, de todos los aspectos que rodean el funcionamiento de la vida a bordo, la mecánica, es uno de los aspectos que menos conozco. Durante mis años en el mundo laboral en la náutica he aprendido a hacer el mantenimiento del motor del velero y también el motor de la embarcación auxiliar, además de pequeñas reparaciones. Durante estos casi ya dos años que llevamos de viaje he podido resolver multitud de problemas tanto en el motor Yanmar del Ju como en el motor de 4 tiempos Mercury del bote auxiliar.
Hace ya más de un mes que el motor Mercury de 5 caballos empezó a perder potencia. Sin saber el por qué, empecé a revisar todo lo que hasta el momento sabía reparar; limpiar el carburador, la entrada de aire al mismo, así como el circuito de gasolina. El sistema eléctrico, el impeler etc. El problema persistía. Preguntando entre los veleristas, nadie me daba una solución o tocaba algún aspecto que yo no hubiese revisado ya. Pero un día me crucé con un cubano, embarcado en un velero que se dedicaba a hacer lo que aquí llaman mochileros (traslado de éstos de Cartagena hasta Panamá y a la inversa, debido a la imposibilidad de hacerlo por tierra pues no existe ninguna carretera que cubra este recorrido).
Me dijo:
Es la bomba de la gasolina. Tiene una membrana que probablemente está rota y no llega suficiente presión de gasolina al carburador. Y no solo eso, probablemente te este pasando gasolina al cárter, y eso puede llegar a ser peligroso- .
Era la única persona que, sin dudar ni un instante en contestar, me hablaba de un aspecto que nadie, hasta ese momento, me había comentado.
Sin perder tiempo desmonté la bomba de gasolina y… efectivamente, la membrana estaba rota y el aceite del cárter… huele a gasolina!.
Para conseguir el repuesto, debíamos ir a Panamá City y una vez allí, encargarlo para que lo trajeran de Estados Unidos. En definitiva más de un mes para conseguir traerlo a Kuna Yala.
En los fondeos de San Blas en época de los vientos alísios es difícil, por no decir imposible apañárselas a remo, así que debía encontrar una solución temporal para prescindir de la bomba de gasolina. Aquí va la solución:

Montar un depósito provisional, que por gravedad, llevase sin ningún obstáculo la gasolina hasta el carburador. Y funciona!!!.

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